El Mindful Eating proviene del zen y otras formas de budismo, siendo su enfoque muy simple: aprender a prestar atención plena a lo que comemos y cómo lo comemos. En lugar de comer compulsivamente, sin pensar, de poner comida en tu boca casi inconscientemente, sin probar realmente la comida que estás comiendo … se trata de tomar conciencia de tus pensamientos, sentimientos y sensaciones.
Una buena definición del Mindful Eating es la de la nutricionista Cheryl Harris, la cual dice que: «Los principios básicos de la alimentación consciente incluyen conocer la nutrición disponible a través del proceso de preparación y consumo de alimentos, elegir alimentos agradables y nutritivos, reconocer las preferencias alimentarias sin prejuicios, reconocer y honrar las señales de hambre y saciedad física, y usar este conocimiento para guiar las decisiones alimenticias».
El estilo de vida actual en el que siempre estamos ocupados puede dejarnos poco tiempo para adaptarnos realmente a nuestras necesidades. Pasamos de una cosa a otra, sin prestar atención a lo que nuestra mente o cuerpo realmente anhelan. Practicar la atención plena puede ayudarnos sin duda a tomar conciencia de esas necesidades. Cuando la atención plena se aplica a la alimentación, nos ayudar a reconocer patrones y conductas, a la vez que prestamos atención a las señales corporales asociadas con el hambre y la saciedad.
Partiendo de la práctica de la reducción del estrés basada en la atención plena, practicar el Mindful Eating te ayuda a concentrarte en el momento presente en lugar de perpetuar comportamientos insatisfactorios y poco saludables. La alimentación consciente es una forma de comenzar a mirar en tu interior para ser más consciente de tu relación con la comida, y usar esa conciencia para comer de manera placentera.
Cuando aplicas la atención plena a la experiencia de comer, puedes comenzar a tomar decisiones conscientes, en lugar de caer en conductas automáticas y, a menudo, impulsadas por las emociones. Una vez que te das cuenta de estos hábitos, estás mejor preparado para cambiar tus acciones para mejor.
Beneficios del Mindful Eating
Según un estudio piloto del Instituto de Investigación de Oregón, «la intervención centrada en la atención plena puede provocar cambios significativos en el peso, el comportamiento alimentario y la angustia psicológica en las personas obesas». Los resultados también mostraron una disminución de los atracones, la ansiedad y síntomas depresivos. Pero además, obtendremos muchos más beneficios, como por ejemplo:
- Aprendes a comer cuando tienes verdaderamente hambre, y a parar cuando estás saciado.
- Evitarás comer en exceso
- Aprendes a disfrutar más de la experiencia de comer
- Aprendes a disfrutar del sabor de la comida sana.
- Comienzas a darte cuenta de que la comida no saludable no es tan sabrosa como creías, ni te hace sentir muy bien.
- Comienzas a ordenar los problemas emocionales que tienes en torno a la comida y el comer.
- Aprendes cómo los alimentos afectan a tu estado de ánimo y energía a lo largo del día.
- Aprendes cuáles son los alimentos que te sientan mejor.
Principios generales del Mindful Eating
- Escucha las señales internas de tu cuerpo sobre el hambre y la saciedad
- Identifica desencadenantes personales para comer de manera inconsciente, como las presiones sociales, las prisas, las emociones intensas o determinados alimentos.
- Presta atención a la calidad más que a la cantidad de tu comida
- Aprende a apreciar lo placentero, así como las cualidades nutricionales de los alimentos que ingieres
Cómo comenzar a poner en práctica el Mindful Eating
1. Reevalúa tu lista de la compra
Tu nueva forma de relacionarte con la comida comienza en el supermercado. Considera cuan saludable es cada alimento que agregas a tu lista de la compra y su valor nutricional. Cuando hagas la lista de la compra, adhiérete a ella estrictamente para evitar compras impulsivas. Los alimentos procesados no debería formar parte de tu lista.
2. Comienza a practicar con pequeñas porciones
Al principio puede ser difícil desarrollar el hábito de comer conscientemente todo el tiempo, pero puedes comenzar tu práctica con una sola comida y pequeñas porciones. Presta atención a las señales de hambre antes de comenzar a comer y a sintonizar con los sentimientos de saciedad al final de la comida: estas son excelentes maneras de comenzar una práctica de atención.
3. Elimina todas las distracciones de la vista
El objetivo es concentrar toda la atención a la comida que tienes delante. Apaga el teléfono móvil o déjalo en otra habitación. Apaga el tablet, el ordenador y la televisión. Guarda todo lo que te pueda distraer y céntrate en el plato que tienes enfrente.
4. Involucra tus sentidos
Hay muchas maneras de experimentar con esta práctica. Intenta usar todos tus sentidos para investigar un alimento. Observa con detenimiento los olores, texturas, colores y sabores cuando pongas la comida en su boca. Intenta también notar cómo cambia la comida mientras masticas cada bocado. Céntrate en la experiencia de comer y aparta de tu mente toda preocupación.
5. Tómate tu tiempo
En la alimentación consciente es obligado disminuir la velocidad a la que comemos, lo cual va a permitir que hormonas digestivas le digan a tu cerebro que tu estómago está lleno antes de comer más de la cuenta. Una buena forma de reducir la velocidad es volver a colocar en la mesa los cubiertos después de cada bocado. De este modo serás mucho más consciente de la sensación de saciedad. También disfrutarás más de la experiencia de la comida, sobre todo si la disfrutamos en compañía.
El mindful eating es realmente una forma de meditación que, como todo lo que merece la pena en la vida, necesita práctica y no se adquiere de la noche a la mañana. Es evidente que no es fácil practicarla todo el tiempo en nuestro mundo tan hiperacelerado, por lo que durante tu aprendizaje habrá momentos en los que te olvides de comer conscientemente; pero con atención y práctica, convertirás cada una de tus comidas en una experiencia única y enriquecedora.
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Originally posted 2018-11-19 13:59:04.