Jue. Mar 28th, 2024
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Uno de los hábitos más saludables que podemos adquirir para alcanzar una vida llena de felicidad y éxito es pensar de manera constructiva. El pensamiento constructivo es aquel que se caracteriza por buscar soluciones prácticas y positivas (ver el proverbial «lado bueno de las cosas»), en lugar de dejar que nuestras ansiedades y preocupaciones nos bloqueen.

 

Tienes que ser consciente que las lentes a través de las cuales ves tu vida son únicas y diferentes a las de cualquier otra persona. Estas lentes han sido «graduadas» por tus experiencias pasadas, tu actitud ante la vida y también por la influencia de terceras personas.

 

Una vez tomada esta consciencia, has de proponerte cambiar la graduación de estas lentes. Imagina, por ejemplo, que un amigo o amiga te invita a ir un fin de semana de acampada. Supongamos que no tienes ganas de viajar, que odias el campo o las incomodidades que vas a pasar. Cuando llegue ese día o ese fin de semana, tu actitud negativa va a confirmar tus peores expectativas y lo pasarás fatal.

 

Pero también puedes cambiar el enfoque de tus lentes, eligiendo uno más positivo. Puedes pensar lo siguiente: «No me gusta mucho el campo pero me lo tomaré como un fin de semana de descanso y relax. Además, es un detalle que mi amigo me haya invitado, por lo que disfrutaré de su compañía». Con este nuevo pensamiento, seguramente lo pasarás mucho mejor de lo que imaginaste en un principio.

 

Si decides cambiar la graduación de tus lentes con pensamientos constructivos, comprobarás como te invaden sentimientos mucho más positivos.

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Cambiar el enfoque de tus pensamientos supone también pensar en una solución a un problema. Por ejemplo:

 

¿Cuál es mi problema? – Fumo/bebo demasiado.

¿Cuál es la causa de este problema? – Tengo estrés y ansiedad. Los excesivos compromisos sociales también me influyen.

¿De quién es la culpa de este problema? – Mía

¿Por qué no has hecho nada por remediar este problema? – Me falta fuerza de voluntad.

 

Una vez ya tenemos el problema objetivamente planteado, vamos a cambiar el enfoque por un pensamiento constructivo que permita buscar una solución práctica al problema.

 

¿Qué problema quieres solucionar – Dejar el tabaco/alcohol o bien reducir la cantidad de cigarrillos y bebidas alcohólicas que consumo.

¿Qué beneficios vas a obtener cuando soluciones este problema – Tendré mejor salud, mejor aspecto. Me sentiré mejor.

¿Qué puedo hacer para lograr tu objetivo? – Apuntarme a grupos de apoyo, terapia, leer libros al respecto, consultar a especialistas…

¿Qué más puedes hacer al respecto? – Voy a fumar un cigarrillo menos cada día. Voy a echar en una hucha el dinero que ahorre en tabaco/alcohol.

 

Con este nuevo enfoque, ten por seguro que cambiarán el resultado de tu problema. Al cambiar el pensamiento negativo por uno constructivo, provocarás en ti la emoción del entusiasmo (en este caso, por lograr mejor salud, ahorrar, etc…), lo cual te encaminará hacia la acción para provocar todos esos beneficios. Es cierto lo que dicen: el pensamiento positivo es muy poderoso, pero es necesaria la acción que nos encamine hacia nuestros objetivos vitales.

 

Recuerda que tu manera de pensar influye decisivamente en el resultado de tus acciones. Comienza a «escuchar» activamente todos los pensamientos que se te pasen por la cabeza. Valora si son constructivos/positivos o destructivos/negativos. Ten en cuenta que el origen de los pensamientos destructivos son creencias negativas adquiridas a lo largo de nuestra vida, especialmente durante nuestra infancia y adolescencia. Muchas de estas creencias negativas están muy arraigadas y conducen a conductas que obstaculizan tu vida. En este punto has de plantearte:

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¿Dónde aprendí esta creencia?

¿Quién me enseñó esta creencia?

¿Qué pienso yo realmente sobre ello?

¿Existe una manera alternativa de ver esto?

 

Con la práctica lograrás identificar el origen de los pensamientos negativos y a desecharlos en favor del pensamiento constructivo.

 

Los pensamientos constructivos te ayudan a alcanzar tus metas en la vida. Los pensamientos negativos te sabotean, son tus verdaderos obstáculos. El pensamiento constructivo es pensamiento útil.

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Originally posted 2018-11-15 23:59:49.

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Por Juanjo Ramos

Juanjo Ramos es psicólogo y escritor. Ha publicado numerosos libros y audiolibros especializados en psicología y marketing digital. También es el autor de los libros 'Minimalismo: una vida más feliz con menos cosas', 'Superando el apego evitativo', 'Ejercicios de psicología positiva' y 'Mindfulness: aprende a disfrutar del aquí y el ahora', entre muchos otros.