Jue. May 2nd, 2024
síndrome cabaña
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El «Síndrome de la Cabaña» o «Cabin Fever» puede describirse como una irritabilidad o inquietud claustrofóbica que podemos experimentar cuando nos quedamos atrapados en un espacio interior confinado durante largos períodos de tiempo. Por supuesto, el nombre informal de la fiebre de las cabañas proviene de los viejos tiempos en América del Norte, cuando los colonos estaban confinados en sus cabañas durante los largos inviernos.

 

Aunque no es un síndrome oficialmente reconocido – no figura en la lista de trastornos psiquiátricos -,  parece evidente que el distanciamiento social y el aislamiento destinados, por ejemplo, a frenar la propagación de pandemias pueden suponer una grave amenaza para nuestro estado general de bienestar. No es el único caso, ya que podemos estar obligados a permanecer en casa durante largo tiempo por otros motivos como enfermedad, el cuidado de algún familiar, etc.

 

Después de todo, desde un punto de vista evolutivo, la necesidad de pertenencia al grupo es una de las característica esencial del hombre. Desde el paleolítico en adelante, requerimos contacto y cooperación regular con otros individuos con el propósito de sobrevivir. Por ello somos animales sociales.

 

Si extraemos de la ecuación el elemento social, el aislamiento afectará negativamente a nuestra mente y cuerpo, como les ha ocurrido a muchos astronautas y exploradores. Por ejemplo, numerosos estudios han demostrado que los equipos de investigación polar, debido a las condiciones extremas en las que trabajan, pueden sufrir reducciones en su sistema inmunológico. El aislamiento social contribuye a la sensación de soledad, el miedo a los demás, preocupaciones que pueden tener un impacto negativo en nuestra autoestima, creando graves problemas en nuestra vida.

 

Por supuesto, los factores de personalidad, los factores culturales y las condiciones económicas afectarán a la forma en que se gestionará el aislamiento social, y la forma en que se experimentarán los efectos psicológicos de las restricciones de movimiento variarán dependiendo mucho de nuestra personalidad. Ciertos tipos de personas sobrellevan el aislamiento mejor que otros. Lógicamente, los extrovertidos tendrán más dificultades para adaptarse al aislamiento social. Por el contrario, los introvertidos suelen tener más facilidad para adaptarse. De igual modo, los que estén acostumbrados a estar en casa -como por ejemplo la gente que teletrabaja- llevarán mejor la falta de contacto social.

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Típicamente, los síntomas del «síndrome de la cabaña» (que muestra similitudes con el Trastorno Afectivo Estacional y la claustrofobia) implican una serie de señales de angustia como inquietud, irritabilidad, impaciencia, sentimientos de letargo, dificultades para concentrarse, baja motivación, antojos de comida (aumento de peso) y trastornos del sueño (dificultades para dormirse o dormir demasiado). En algunos casos, el hecho de estar sometido a un aislamiento forzoso -exacerbado por la ira y la confusión- también puede contribuir a un mayor consumo de alcohol y drogas e incluso a la violencia doméstica.

 

Además, la sensación de impotencia y desesperanza se correlaciona con un alto riesgo de depresión y otras condiciones de salud mental. Por suerte, existen formas efectivas de afrontar la situación.

 

 

CÓMO SUPERAR EL SÍNDROME DE LA CABAÑA

 

Mantén el contacto social

Aunque no podamos salir de casa físicamente, la tecnología nos permite más que nunca permanecer conectados con los demás. Llama a tu familia y amigos, entra en Skype, Zoom, Facetime, WhatsApp, o conéctate con la gente a través de Facebook, Instagram o Twitter. Programa videochats regulares con tus colegas durante las horas de trabajo o juega con tus amigos a videojuegos online

 

Si estás con más gente, pasa tiempo a solas y evita el conflicto

Si estás aislado con otras personas, puede disminuir el sentimiento de soledad; pero incluso las personas con las que te sientes muy cerca pueden ponerte de los nervios cuando estás atrapado con ellas durante largos períodos de tiempo. Por eso es importante encontrar el equilibrio adecuado entre pasar tiempo juntos y tomar un poco de tiempo a solas en tu propio espacio.

Respeta la rutina, las necesidades y los límites del otro. Es útil, si es posible, es tener áreas de trabajo separadas, para no interferir en las actividades de los demás.

Sin embargo, por lo general, estar rodeado de otras personas, incluso interactúar con animales, como las mascotas, disminuirá tus sentimientos de aislamiento.

 

Haz ejercicio a diario

En el exterior si es posible, en el interior si no. Es uno de los más poderosos antidepresivos. El ejercicio ayuda a liberar endorfinas, haciéndote sentir mejor. La actividad física regular ayuda a quemar la energía extra que tienes por estar encerrado en el interior.

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Estructura tu día

Mantenga un horario fijo para las comidas, otro para tus trabajos, otra franja para tus hobbies y una hora fija para acostarse. La planificación de actividades y el establecimiento de objetivos también pueden ayudar a mantener la motivación y a no sentirse deprimido.

 

Cuida tu alimentación

Si ya cuidas tu alimentación no claudiques en tus hábitos nutricionales; no caigas en en el exceso de comida basura ni tampoco te salets comidas. Si no comes todo lo saludable que deberías ahora es el mejor momento para comenzar a hacerlo, ya que al tener que salir fuera a comer puedes controlar al 100% lo que comes y cocinar con los mejores ingredientes seleccionados por ti. Comer de forma saludable puede aumentar nuestros niveles de energía y motivación.

 

Establece objetivos

Establezca objetivos alcanzables de lo que le gustaría hacer mientras está encerrado y crea un plazo para lograrlos. Concéntrate en las cosas que te dan una sensación de dominio y energía. Los objetivos que te fijes pueden ser relacionados con el trabajo, o más tangenciales la limpieza de la casa o las reparaciones del hogar. Otros objetivos pueden ser escribir un libro, terminar un curso online o terminar con alguna tarea pendiente. Y no te olvides de recompensarte cuando cumplas dicho objetivo.

 

Sé creativo

Si tienes talento para las actividades creativas como la música, el arte o la escritura, este es un buen momento para desarrollarlas. Tales actividades pueden tener un fuerte efecto reductor del estrés. Encuentra nuevos libros para leer, ya que la lectura puede ser una gran actividad para mejorar la mente, y  estimular tu mente puede ayudarte a seguir adelante y reducir los sentimientos de aislamiento e impotencia.

 

Participa en actividades altruistas

Haz algo útil para los demás. Participa en actividades que difundan la alegría y le den algo significativo que hacer con su tiempo. Como se ha demostrado repetidamente, el altruismo es bueno para la felicidad. Se puede colaborar y participar en buenas causas incluso de forma online. Puede ser tan sencillo como hablar con alguien que lo necesite.

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Practica la gratitud

Expresa tu aprecio a la gente por las cosas que le han hecho. Los hace sentir mejor… y te hace sentir mejor a ti.

 

Practica el auto-conocimiento

Se puede ver el aislamiento social como una gran oportunidad para aprender más sobre uno mismo, para comprometerse en un viaje interior. Te puede ser muy útil practicar el Mindfulness y la meditación para aumentar la calma, la concentración y el equilibrio emocional.

 

Visualiza tus planes futuros

El distanciamiento social forzado es una gran oportunidad para confeccionar para planificar nuestro futuro, hacer una lista de deseos y planes para cualquier actividad placentera.

 

Pasa tiempo fuera

Cuando sea posible, haz un esfuerzo diario para salir el exterior. La luz natural es necesaria para nuestro bienestar. Ayuda a regular el biorritmo de tu cuerpo y es imprescindible para sintetizar la vitamina D. La falta de vitamina D puede ser uno de los muchos factores que contribuyen con el estado depresivo y algunos estudios han demostrado que los niveles bajos de vitamina D pueden asociarse a la aparición de un mayor número de síntomas depresivos y de ansiedad.

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Originally posted 2020-06-27 15:57:50.

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Por Juanjo Ramos

Juanjo Ramos es psicólogo y escritor. Ha publicado numerosos libros y audiolibros especializados en psicología y marketing digital. También es el autor de los libros 'Minimalismo: una vida más feliz con menos cosas', 'Superando el apego evitativo', 'Ejercicios de psicología positiva' y 'Mindfulness: aprende a disfrutar del aquí y el ahora', entre muchos otros. https://books2read.com/ap/xKpeOp/Juanjo-Ramos