En contraposición a la psicología clínica tradicional, centrada en las psicopatologías, la psicología positiva se centra en descubrir y potenciar qué es lo que nos hace felices, entendiendo que la felicidad no es la mera ausencia de enfermedad y sufrimiento,sino el bienestar psicológico.
Según su modelo de psicología positiva, el cual hereda conceptos tando del budismo como de la psicología humanista, Martin Seligman propone (Seligman, M.E.P. (2011). La auténtica felicidad) tres vías esenciales para alcanzar la felicidad:
- La vida hedonista
- La vida con compromiso
- La vida con sentido:
La vida hedonista o placentera es aquella centrada en experimentar tantas emociones positivas como sea posible, o lo que es lo mismo, todos lo placeres que puedas. Estas emociones positivas pueden experimentarse a través de placeres inmediatos (por ejemplo, saborear una buena comida), bien a través de la memoria (recordando momentos y logros positivos), bien anticipándolas. El recuerdo y anticipación o visualización de los placeres amplifican la emociones positivas. El placer es sin duda uno de los caminos hacia la felicidad, pero recuerda que placer no es sinónimo de exceso. Esta vía tiene un gran incoveniente, y es la gran rapidez con lo que las personas nos habituamos a lo bueno, por lo que las emociones positivas van disminuyendo.
La vida con compromiso consiste en encaminar nuestras fortalezas personales hacia la consecución del mayor número de experiencias positivas posibles, si bien debemos identificas dichas fortalezas personales y encaminar nuestras acciones hacia unos objetivos previamente marcados. Una vez detectado todo aquello que se nos da bien y nos gusta, se trataría de ponerlo en práctica en trabajos o actividades de manera que nos proporcionen un gran bienestar. En este punto es muy importante el concepto de ‘fluir‘ con la actividad para lograr la felicidad.
La vida con sentido consiste en dar un significado a nuestra vida; esto es, orientar la fortalezas personales que todo humano tienen hacia una causa mayor, hacia algo que nos trascienda. Por ejemplo, participar en una ONG, en asociaciones comunitarias, deportivas, culturales, etc. En otras palabras, poner nuestras capacidades al servicio de los demás de manera altruista (otro concepto importante en la ciencia de la psicología positiva). Este tipo de actividades aumenta la satisfacción personal y el sentimiento de felicidad.
El objetivo de estos tres caminos a la felicidad, complementarios y no excluyentes, el el mismo: aumentar nuestra satisfacción la vida.
Originally posted 2018-10-20 12:00:52.